Eso es porque comencé a trabajar de noche en secreto con mi esposo para de alguna manera pagar la beca que no podía recuperar. Y un día, cuando llegué al hotel designado, conocí a Ikeda, un profesor acosador sexual. Cuando era estudiante, Ikeda fue la fuente de problemas que provocaron la rescisión de las cartas de recomendación. Ikeda fingió no darse cuenta y siguió jugando, y después de untarme el cuerpo, me dijo que en realidad se dio cuenta...